La vieja sirena (fragmento), españa, 1917 / José Luis Sampedro *

" Si nunca despertaste en sobresalto 
febril, precipitándote hacia el lado 
vacío de tu lecho, tanteándolo 
con manos que se obstinan vanamente 
contra implacable ausencia. 

Si no sentiste entonces la muerte 
desgarrándote en vida y agrandando 
el vacío entre tus venas inflamado, 
el vano apartamiento de tus muslos, 
el ansia de tu sexo. 

Si no rompió tu voz ese gemido 
que acuchilla la turbia madrugada... 
es que en tu corazón no ardía la hoguera 
que llamamos amor. 

En ella me consumo y es mi grito 
tu nombre: a ti me abro en carne viva. 
Mi piel muere en espera de la tuya, 
mi sexo late con ansiosa boca 
de pez en la agonía. 

Y al no llegar tus labios con tu bálsamo 
ni el fuego sosegante de tu lengua 
mi mano se fatiga inútilmente 
en estéril caricia... 

Porque tan sólo tú tienes las alas 
para el vuelo que mata y da la vida. "