En todos los lugares en los que he estado, las críticas de las personas
casi siempre tenían que ver con cosas superficiales y casi no merecían
respuesta. Por ejemplo, el otro día me preguntaron por qué, si he
encontrado esa realidad que digo haber descubierto, por qué siempre
estoy cansado, no me siento bien. Como es natural, si uno viaja de India
a América y de nuevo de América a la India, uno se cansa. No estoy
enfermo; tengo tanta energía como cualquiera pero reservo mi energía a
un propósito concreto. Si me dedicara a montar tiendas de campaña. no
tendría energía para hablar, y por tanto, prefiero guardar mi energía
para las charlas ya que esa es mi 'profesión'. Personalmente, no me
importa si hablo o no. Si están dispuestos a escuchar, entonces hablaré;
si no lo están, entonces se acabó todo. Para mí, es lo mismo. Asímismo,
en la India, la gente me pregunta por qué me afeito dos veces al día o
una vez al día. Estas críticas disipan la energía. Lo que debería estar
criticando todo el día, a través de su observación, es si realmente
estoy viviendo esta realidad que digo haber alcanzando - si muestro esa
perfección del 'yo' que digo haber logrado. Para hacerlo bien, tienen
que comprender eso de lo que hablo. No lo digo para disipar las
críticas, para comprender cualquier cosa, uno tiene que descubrir de lo
que se trata. Del mismo modo, cuando se rebela contra cualquier cosa,
tiene que tener claro contra qué se rebela. Antes de tratar con esta
realidad, quiero que esto esté claro, por lo menos en sus mentes - tengo
que lidiar con ello donde voy, pero eso no me importa. Pero ustedes,
que se vienen aquí cada año, tendrían que haber dejado este tipo de
críticas. No deberían preguntarse por qué no vivo en una tienda, porque
vivo en una cabaña o en un castillo. (Vivo en una cabaña, si quieren
saberlo.) Por favor entiendan eso, porque para mí es muy serio.
Preferiría que no acudieran a estos campamentos a que acudieran año tras
año igual de superficiales. La crítica solo tiene valor cuando entrena
la obervación para que en un momento dado, uno se pueda mirar a sí
mismo. Solía criticar todo y todo el mundo; pero después de un tiempo,
empecé a aplicarme estas críticas a mí mismo y ver si eso que criticaba
de los demás estaba en mi corazón y mente. En el momento en que aplique
esta luz de crítica hacia mí mismo, empecé a crecer, empecé a destruir
lo que no era esencial.
- Krishnamurti, Early Works, circa 1930
"Krishnamurti" por Pupul Jayakar