Saben, nos sucede a la mayoría, nuestra mente es ruidosa, parlotea
consigo misma sin cesar, hace monólogos y parlotea sobre algo, o trata
de hablar consigo misma para convencerse de algo; siempre está en
movimiento, haciendo ruido. Y desde este ruido, actuamos. Cualquier
acción nacida del ruido produce más ruido, más confusión. Pero si
observamos y aprendemos qué significa comunicar, la dificultad de
comunicar, el no verbalizar de la mente, –– eso es comunicar y recibir
comunicación––, entonces, como la vida es un movimiento, en su acción,
se moverá de forma natural, libre, fácilmente, sin esfuerzo, hasta ese
estado de comunión. Y ese estado de comunión, si lo investiga más
profundamente, verá que no solo consiste en una comunión con la
naturaleza, con el mundo, con todo lo que le concierne, sino que es
también comunión consigo mismo.
- Krishnamurti, Varanasi, 2ª Charla
Pública, 22 de noviembre 1964